♥ - A mis dos Ángeles


Los vivos nacen de los muertos,
del mismo modo que éstos nacen de aquéllos.



Ayer estabas triste y me gritabas:
¿Por qué te fuiste?
Nunca me fuí,
siempre he estado aquí.

Me hice de mil formas para poder seguirte,
para en tu adversidad sonreirte,
para mis poemas decirte
y con todo mi amor vestirte.

Ahora soy feliz porque siempre estaré contigo:
En el amanecer, en el atardecer,
en la brisa, en el perfume de las flores
y en el rocío que las cubre al alba.

Seré tu ángel, tu guía y tu abrigo;
seré tu luz, tu vida y tu calor en el frío,
si es que aún tú quieres.
Ahora soy felíz porque siempre te veré.


Nunca de tí me apartaré …
Cada vez que veas un arcoiris … me verás,
cada vez que vuelen las palomas … conmigo volarás
y cada vez que me llames … mi voz escucharás.

Eres parte de mí: La continuación de mi historia,
de mi amor, de mi felicidad…
Mientras sigas sonriendo y palpitando,
mi corazón seguirá viviendo
y para tí como el pájaro, seguiré cantando…


(13-6-2009)  (30-5-2012) Por siempre en mi corazón.

♥ - Cara o Cruz


El destino ayuda a quien lo acepta
y arrastra a quienes se resisten.



-Quiero que dejes volar tu fantasía, quiero descubrir hasta donde llega tu atrevimiento.
-Quieres decir... que tengo carta blanca, sobre tu cuerpo?
-No, "listillo" quiero decir, que estoy "hartita" de escuchar lo mucho que me harías sentir, y luego todo queda en palabrerías...Su tono era provocador, ella lo sabía.
-Mira te propongo un juego... Tiraré una moneda al aire si sale cara ganas tú...Y tú decides donde vamos y que hacemos. Si sale cruz, seré yo la que decida que hago contigo esta noche, ¿vale?

Nuevamente volvieron a reír y con un gesto de aprobación dijo él:

-Venga lanza la moneda, pero recuerda si gano esta noche, mando yo, y tú harás todo lo que yo quiera.

La noche era perfecta, un manto de estrellas encima de ellos, era testigo de su juego.

-Entonces dijo ella, ¿estás de acuerdo?, si sale cara decido yo... si sale cruz, decides tu.

Volvieron a reír... ella pensó por un momento, en las ganas que tenía de besarlo, de que sus brazos le abrazaran, de notarlo pegadito a ella.

-Lanza la moneda al aire pesada...Dijo él, deseoso de ver lo que esa moneda dictaba.

La moneda algo pequeña para esa oscuridad de la noche, fue a caer debajo de aquel banco de piedra. El asomándose la recogió.

-Presiento que esta noche alguien ha perdido el juego.

No hubiera hecho falta ningún juego, para darse cuenta que el ganador se llevaba el mismo premio. La estancia era confortable... El deseo de pasar aquel momento juntos, era reciproco, estaba anunciado. Las caricias que compartían, eran una comunicación entre ellos, de sensaciones y sentimientos hacia la otra persona. Pero esas miradas mientras se acariciaban, esos piropos susurrantes, era todo un juego de placer, que provocaba en ella, suspiros y palabras entre cortadas al oído de él.

-No me gusta perder en el juego, pero reconozco que en esta ocasión no me importa pagarte tu premio.
-Ah ¿si?...pues esto acaba de empezar...Sus labios se juntaron mezclando sus sabores y por un momento, el tiempo se paro para ellos.

La apuesta era ella... y el premio se lo estaba cobrando. Tumbados en la cama, el encima de ella, recorriendo cada centímetro de su cuerpo, su rostro, sus manos, sus brazos. Su cuello, (su punto débil) y su pecho, todavía tapado por su blusa de color rosa. Sus manos se deslizaron por aquella prenda que le impedían tocar su piel, a continuación por su espalda, para desabrochar y dejar al desnudo todo su cuerpo.

 La acariciaba con una tranquilidad y suavidad que le hacía temblar y vibrar. Al mismo tiempo, estaba intensificando ese momento y mirándola a los ojos, él podía ver lo que le gustaba.
Mientras, las manos de ella se perdían por su espalda, por su pelo, por todo su cuerpo. Desvistiéndose el uno al otro, sin prisas, poco a poco... jugando al amor.

-Quiero oír de tus labios que me quieres, dijo él, mientras sus cuerpos eran uno.

La intensidad del placer, empezaba a invadirles aumentando a pasos agigantados. Con los ojos sin quitarlos de su mirada...
Al oído y bajito le responde;

-"No, no te lo diré".
-Yo he sido él ganador de este juego, y ahora que te tengo casi tocando él cielo quiero oírtelo decir.
-¿Casi tocando el cielo? vaya creído... mientras decía esto, un ¡Ay! se le escapaba... Sólo te lo diré si tú lo dices primero.

Las palabras brotaban entrecortadas, acompañadas de algún jadeo y de algún gemido. Sus caricias, sus besos, aumentaban a cada segundo y sus respiraciones anunciaban el final del juego del amor. Las palmas de sus manos se unieron en ese instante...
Justo en ese mismo momento de placer completo, de sus bocas salió un "te quiero", acompañado de sus nombres. La noche era oscura, la luna descansaba, no estaba presente...

-Buenos días preciosa.
-Buenos días cielo.

Al fondo de la habitación, una mesa decorada con un jarrón en el centro, de rosas, (casualmente la flor preferida de ella) y un desayuno completo, donde el zumo de naranja (colado sin pulpa), no podía faltar.

-¿Cara o cruz?
-Cara, dice él
-Pues yo elijo… MM....a ti, pega un saltito hacia su cuello y dice- cruz "que eres mi cruz"... Un castigo para mí.
-¿Por qué me dices eso?
-Por qué no te voy a dejar marchar nunca... ¿me escuchas?... NUNCA.

♥ - Ojos Tristes


¿Sabe lo mejor de los corazones rotos?
Que sólo pueden romperse de verdad una vez.
Lo demás son rasguños


En la inmensidad de la noche oscura, cuando ni la Luna se atreve a brillar por no interrumpir, cuando la brisa es gélida, y el silencio se cierne, dos amantes se balancean como si todo el amor estuviera en ellos.

El es orgulloso, majestuoso, potente, imperecedero. Defendió a su pueblo no dejando pasar a sus invasores, y escondió en sus entrañas a quienes se escondían de la injusticia.

Ella es dulce y fuerte a la vez. Rebelde. Sabe cuidar de sus gentes, sabe amar. Inspira canciones y poesías. Y también maldiciones cuando el destino la hiere y se vuelve violenta y salvaje y su grito desgarrador se oye muchas millas tierra adentro. Tiene el poder de atraer las almas, las encanta, las embruja. Siempre vuelves a ella..... Porque el día que la miraste te robó un cachito de corazón. Se convierte en compañera cuando en tu soledad buscas refugio, en tu confidente cuando nadie más te escucha. Es leal, siempre está para ti. Porque eres parte de ella.

Cada noche, la mar se acerca a su acantilado, suave, dulce.... se mete por sus grietas con esa fuerza arrolladora de ser joven para siempre. El acantilado la sonríe arrugando su nariz y dejándose querer. “Demasiado tiempo sólo”, dice para sí. La mar juguetona le cuenta mil historias sobre los marineros que navegan sobre ella, como les atrae la pesca a sus redes si son buenos...... y como se enfada con ellos hundiendo su barcos y sus vidas cuando no la respetan.

El acantilado sabe que un día su ola no volverá, que se hartará de su inmovilismo y querrá volar al país donde los sueños se cumplen. Pero es demasiado tímido para decirla que la quiere, que no puede vivir sin ella. Demasiado orgulloso para que ella le vea sentir debilidad, llorar.

“Soy fuerte, poderoso”, se dice a sí mismo. “No necesito una ola rebelde y caprichosa para ser feliz”, se repetía sin cesar. Y el miedo a ser feliz, el miedo a perder lo único que le hacía sentir, hizo que cada noche fuera más fría que la anterior.

Un día, desde sus travesuras, la ola jugó a estrellarse entre los brazos de su amado como cada noche, y en vez de caricias recibió un silencio. La ola pensó, “algo he debido de hacer mal”, pero por más que pensaba y pensaba no recordaba nada.

Al llegar la noche, una noche negra y fría de invierno, la ola, temerosa de la reacción de su acantilado, se acercó muy despacio, y le susurró en su vaivén: “Dime que me quieres y seré tuya para siempre”. El acantilado temeroso de entregar su alma, dijo simplemente: “No puedo”.

Entonces la ola se enervó violenta, desgarrada, dolida en su alma, asustada pero rebelde, gritó: “Anjana, hada de los bosques cántabros, llévame contigo, ya no quiero ser mar”.

La Anjana, desde la cúspide del acantilado, le dijo, “Olita, medita tu decisión, si te llevo conmigo nunca jamás volverás al mar, ni serás parte de él”.

“Llévame contigo, hada, llévame”, gritaba mientras miraba a su acantilado, que con el alma rota esquivaba aquellos ojos de princesa triste. El silencio se hizo entre los dos. Y ella partió, convertida en una pequeña personita de mirada ausente. Partió para siempre, buscando su sitio en el universo, tenía que haber un sitio donde sus ojos volvieran a brillar como antaño, como cuando hacia cosquillitas al único ser que le hacía feliz.

Y vagó por el mundo, despacito, fijándose en todo y siempre sentía que no estaba en su sitio, ella.... ella era ¡mar! pero el mar ya no la quería, no había lugar para ella en el que fue su mundo.

Conoció gente, se enamoró o creyó enamorarse, más bien necesitaba llenar ese vacío que estaba tan arraigado en su corazón. Tenía tanto amor dentro, tanto para dar que se le salía del alma. Pero su acantilado..... Qué lejos estaba.

Ni un solo día de toda su vida dejó de recordar la mirada de su amado, porque seguía siendo su amado, ni un solo día sin recordar cómo él la reñía cuando jugaba con los marineros, él como ella se sentía protegida en sus grietas en las largas noches.

Ni un solo día de su vida, dejó el acantilado de pensar en ella, ni un solo día dejó de odiarse por dejarla marchar. Y cerró su corazón, nadie más entraría en él.

Pasaron los años, muchos, demasiados, y una personita se acercó a su cumbre. La noche era apacible, cálida para ser abril, bajo despacito por sus agrestes rocas, trabándose el vestido. Le resultaba familiar. “No debería hacer esto, se va a caer”, pensaba el acantilado. Por dos veces se estiró para que sus pies encontraran una roca donde pisar.

Se sentó en un saliente, con los pies colgando, y mientras una lágrima rodaba por sus mejillas, gritó: ¿Por qué no me quisiste? Y dando un salto se tiró desde la punta de la nariz de acantilado al mar.

Cuentan las leyendas que el grito del acantilado se oyó en kilómetros y que su Anjana protectora la convirtió en ola antes de tocar el duro y pedregoso fondo del mar.

En el sitio donde ocurrió todo esto..... Hay una placa que dice:

“Lo que no dices, se queda sin decir. Lo que no hagas se queda sin hacer. “

Los marineros del lugar cuentan que en las noches de abril, todavía se puede oír el lloro de una niña junto al latir de un acantilado.

♥ - Vampiro o Donante


Cuando aprendas las elevadas matemáticas del dar y recibir amor,
encontrarás que al dar, ganas.
En el acto de dar, te haces más y más rico


Desde un punto de vista egoísta la respuesta parece clara, pero acaso no te sientes más lleno cuando eres tu el que quieres?

El estado perfecto, el del 50 % de querer y el otro 50 % de ser querido, es el que deseamos todos, pero cuantas veces lo logramos?

Como todas esas cosas que no son mesurables, saber que te quieren igual que tú quieres parece un algo imposible, y debe ser así para que nunca des menos de lo que puedes dar.

Poder controlar ese porcentaje podría dar paso a la relajación sabiéndote en posición dominante y eso no puede ser bueno para una relación afectiva.

Desgraciadamente, aunque incontable, siempre hay una de las dos partes que quiere más a la otra persona, teniendo una dependencia afectiva superior y por tanto influenciable a todos los elementos externos que componen una relación de una manera más sensible.

No es fácil saber que es mejor, habrá personas que se sientan mejor cuando pueden querer a alguien incluso aunque no sean correspondidas.

Otras en cambio no pueden vivir sin notar el afecto, son vampiros de los sentimientos.

No se trata de tener que elegir, en principio todos queremos tener los dos lados, pero como te sientes mejor, cuando te quieren aunque tú no, o cuando quieres aunque no seas correspondido de igual manera?

Cuando quieres sientes cosas que te pueden llegar a llenar, cuando te quieren y tú no, llenas tu ego, pero poco más.

No quiero elegir, tengo muchas ganas de querer y de que me quieran, soy vampiro y donante.

Y tú?

♥ - Esencia de Amor



El hombre en su esencia no debe ser esclavo,
ni de sí mismo, ni de los otros, sino un amante.
Su único fin está en el amor.


¿Con qué colores dibujo la esencia del Amor?
¿Con qué palabras describo tal maravilla en un verso?

En las rosas y en la brisa, en el monte y la pradera, en los ríos y en las aves puedo ver el sentimiento.

En los ojos de los niños y la sonrisa de amigos, en los días con sus noches y el azul del ancho cielo, puedo ver el sentimiento en las hojas y en las manos, en la bella mariposa posada sobre la flor.

Puedo ver como renace en poemas y en canciones, llenando los corazones de singular alegría, tocando con su armonía el más triste de los rostros, para quedarse allí y tornarlo en poesía.

El Amor cruza fronteras, no entiende nada de idiomas, Él comprende que la vida es mucho más que riquezas, es el dueño del camino cuando vas camino a casa, con la palabra segura de que sientes el amor, para tu fiel compañera o tu amado que te espera, para los niños que buscan un pedacito de cielo, perdidos por esas calles sin hallar ningún consuelo.

El Amor deja sus huellas por donde quiera que pasa, llenando los corazones de recuerdos muy bonitos, y el canto de pajaritos cerca de tu ventana, anunciando una mañana donde puedes comenzar.
No dejes que se te escape una ocasión para amar, deja que tu mirada diga aquello que sientes, al vecino, a la familia, a los amigos de siempre.

El Amor tan primoroso, tan sutil y tan genial, que va rompiendo cadenas y va librando las almas, está allí en el pensamiento de cosas buenas y justas, en la dicha de tenerte y de mirarte tan cerca, en los anales del tiempo cuando apenas aprendía a correr por esos campos en busca de tu armonía.

Amor toma mis manos, mi vida entera es de ti, guíame en ésta senda por donde nace la aurora, enséñame sin demora como amar y nunca odiar, dale fuerzas a mi alma para siempre compartir, lo poquito que yo encuentre a lo largo del camino, que cada pedazo sirva para ayudar al vecino, a todo aquel que suspira o siente que ya no existe, vísteme con tus ropas y tu manto de humildad, para que pueda yo ser refugio contra los vientos.

♥ - Voy a soñar


Si alguna vez sientes que el peso de la vida se hace demasiada carga para ti,
busca un lugar donde poder ver las estrellas...
ante tanta inmensidad nada puede ser tan grave.


La realidad se deshilacha ante mis ojos.

Exhalo un suspiro pesado, tan asfixiante como el sol del verano, casi contundente. Siento que no hay salidas, ni puertas, ni puentes, ni caminos secundarios.

La rama se deshace en negro y cae. La ceniza volviendo a la tierra es el único sonido en este campo devastado. El viento no camina a mi lado, sólo estoy acompañada por un calor inhumano que me atrapa el corazón en una candente garra.

Los problemas me arrastran y me duele sin cesar la cabeza. Siento que voy a reventar.

Todo se hace grande e infinito; inabarcable. Mis gritos se apagan en una leve llama en mi garganta, justo antes de nacer. El llanto no me libera; todo vuelve a empezar y a suceder.

Escribir para escapar.

Voy a jugar a que aún quedan esperanzas, a que las paredes de este pozo es un decorado, a que esta función va a acabar y saldré victoriosa. El público aplaudirá mi actuación y yo iré a casa. Y todo estará bien.
Voy a soñar que tengo fuerzas y que no voy a dejar escapar, como arena de la playa en el cuenco de mis manos, los retales de felicidad que aún me quedan.

Voy a jugar que creo en algo, que existe un futuro, que la vida me depara regalos para mí.

Voy a soñar con los besos que atraparon mis labios, voy a recordar las noches en que despedíamos la luna con caricias y me regalabas un ramo de estrellas de deseos. Voy a pensar que el sol, que difuminaba nuestros gemidos y nos acunaba cálidamente para dormir, está ahí, ahora, también para mí.

Pero entonces -juego, sueño, recuerdo y pensamiento- se desmoronan ante el soplo frío de realidad.

Esto es lo que me queda: un puñado de palabras; una salvación de veintisiete letras y mil combinaciones y un sentimiento de ahogo, de devastación, donde, como lluvia, dejarlas caer. Rebrotan en silencio los primeros tallos y yo, callada, espero.

Despuntan, también, en el cielo, los primeros destellos,y yo, callada y quieta, me duermo, imaginando que aún queda, en algún lado, un atisbo de esperanza y sueño.

PD: Y la esperanza me susurra, me acaricia y me acuna. Sonrío, plácidamente dormida.

♥ - ¿Dónde está mi sonrisa?

El maquillaje que más embellece,
es una sonrisa sincera.




Yo se que la dejé en algún lado... solo un momento, el justo para mirarme en el espejo de la realidad y darme cuenta de la falta que me hace tenerla siempre junto a mi...

Se que la dejé cerca, no llegué a alejarme... pero no la encuentro y ando buscándola por los rincones de la pena, por los bolsillos de la resignación, por los momentos donde no estuvo presente...

Se que anda cerca porque no tiene esas alas para ir más allá de las fronteras de mi Alma...
......pero no la encuentro...

Si la encuentras me la envías en sobre cerrado, a franquear en destino... yo pago con el silencio de mil perdones... con el suspiro del que recibe consuelo... con la sabiduría del que aprende...

Si la encuentras podrás reconocerla...es aquella que sale de mis labios cuando intento ver la vida desde el lado de los colores... cuando a pesar de las heridas veo siempre una tirita para curar las penas... es aquella que sale cuando pienso que realmente es posible algo mejor... cuando se que alguien piensa en mí, aunque sea solo por un segundo...

Si la encuentras me la envías aunque esté un poco rota... un poco gastada... es la única que tengo y ahora la necesito...

♥ - Amar

El amor jamás reclama; da siempre.
El amor tolera, jamás se irrita,
nunca se venga.



Amar a alguien es intentar conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus debilidades, sus sueños y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano o un hombro, sediento de una sonrisa sincera con la que pueda sentirse en paz; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y valorar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente sus virtudes.

Amar a alguien es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención y sobretodo sincero interés; aceptarlo sin pretender cambiarlo, sólo comprenderlo; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser juzgado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo, a su manera: apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus ideas; es valorarlo por ser quien es, no por como tú desearías que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder de ser la mejor versión de su ser.

Amar a alguien es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni pretenciones, revelando tu verdad honesta y transparente; es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus áreas vulnerables; permitirle que conozca al ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes falsas para causar una impresión; es compartir tus deseos y necesidades, sin esperar que convierta en su misión el saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo de que son correctas; es disfrutar del gozo de ser tú mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y así, irte encontrando a ti mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada sincera, "este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto... si tú quieres recibirlo".

Amar a alguien es disfrutar de la alegría de poder comprometerte voluntariamente y participar en forma activa, mas no intromisoria, en su crecimiento personal; es creer en él cuando duda de sí mismo, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; disfrutar del día presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones, por la espontánea decisión de amarle libremente.

Amar a alguien es ser suficientemente humilde como para recibir su ternura y su cariño sin pretender que nada necesitas; es vivir cada instante como si fuese el último que puedes compartir con el otro, de tal manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo cotidiano sea siempre una creación distinta.

Amar a alguien es atreverte a expresar tu cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia firme y delicada, de tu abrazo cariñoso, de tus besos, con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto lo valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus fortalezas interiores, aún aquellas que él mismo desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su interior; es hacerle sentir que su desarrollo personal te importa sinceramente, no por ti, pero por él, y que cuenta contigo; es permitirle descubrir sus verdaderas capacidades y alentar su posibilidad de dar todo lo que puede; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido.

Amar a alguien es también atreverte a establecer tus propios limites y mantenerlos con firmeza; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser capaz de dejarlo ir y despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos recuerden con gratitud los tesoros compartidos.

Amar a alguien es encontrar tu propia felicidad en la suya; es verle como un libro de infinitas páginas que que día a día disfrutas leyendo y siempre te encuentras esperando que llegue el momento de volverla a ver, fascinado con lo que vendrá con la siguiente página; es estar con esa persona, tanto en los días soleados como en los lluviosos, y así, cuando los tiempos malos lleguen, porque siempre llegan, los encuentren preparados, de la mano y en pie, porque es más fácil resistir, cuando una mano un hombro, un ser, está ahi contigo, siempre y para siempre.

Amar es... lo que siento por TI

♥ - Amores Prohibidos


El amor es la alegría de los buenos,
la reflexión de los sabios,
el asombro de los incrédulos.



Quizás en el transcurso de nuestra vida nos topamos con uno, Quizás comenzamos la relación sin saber la dimensión total de éste, Quizás fue más grande la emoción y el júbilo que nos embargo, que nos terminó cegándonos, sin saber que era un amor prohibido, un amor que tendría siempre un final.

Quizás no quisimos escuchar a la razón, quizás no quisimos escuchar un consejo, un comentario, quizás no nos importó las reglas de la sociedad, de la ética, de la moralidad, solo nos importaba lo que sentía nuestro corazón, porque si querer era un pecado, amar era un delito.

Quizás, esperamos que el tiempo lo decidiera por nosotros, quizás esperamos que éste se alargara más, quizás quisimos vivir los últimos momentos con desesperación, con fuerza y a la vez con rabia, porque sabíamos bien que el final siempre se acercaría y que la cuenta regresiva estaba en marcha.

Quizás, vivimos los momentos más intensos de nuestras vidas, con muchas locuras, con mucha entrega, con mucho amor, con mucha pasión, con el último de nuestros suspiros y entrega total, con esas ganas de dejar el último esfuerzo en el campo del amor.

Quizás, no nos vuelva a suceder nunca más, quizás pecamos en demasía, pero no nos arrepentimos, porque lo sucedido, porque estará siempre dentro de nuestras almas, de nuestros corazones, impregnado y labrado en la roca del tiempo y el espacio por todas las décadas que nos falta vivir.

Quizás amamos poco, quizás demasiado, pero lo único que sabemos, que como amamos nunca más volveremos amar; fue un amor prohibido que hizo que el inicio sea una alegría total y el final una angustia y nostalgia total, que nos dejará un surco inmenso para toda la vida.

Quizás nunca podamos entender porque comenzamos esa relación que tantas huellas nos dejaría, quizás no podamos saber que en cosas del corazón nunca se tenga la razón, quizás tengamos tanto dolor porque esto se acabó, pero un gran satisfacción de haber vivido toda una vida en tan poco tiempo.

Quizás los amores prohibidos sigan siendo los más queridos, los mas añorados, porque en el siempre habrá un especial cariño de lo acostumbrado, porque sabemos que mientras haya más peligro, habrá mas emoción, más éxtasis, más dificultades y más obstáculos que vencer.

Quizás, mediante estos amores prohibidos pudimos vivir lo que nunca pudimos vivir, quizás encontramos en dicha relación tanta atención, tanto detalle, tanto esmero, tanta entrega, porque sabíamos bien que quizás serían los últimos momentos con ese amor prohibido, pero añorado.

Quizás te haya pasado o no toparte con un amor prohibido, quizás para algunas personas sean un juego, quizás para otras la felicidad, quizás para unas el encantamiento, quizás para otras la desdicha, pero para mi fue simplemente la vida y la muerte, porque gracias a éste amor te conocí a ti y solo a ti, MI AMOR PROHIBIDO.



♥ - El Placer de Quererte


No se escuchan palabras de tu boca
ni sonidos que rompan mi entereza,
pero solo imaginarte me provoca
olvidarme al fin, de mi tristeza.



Que precioso es observarte
en cada detalle de mi universo
y saber que puedo amarte
aunque sea en mis pensamientos.